Sembrando raíces para crecer en la ciudad

La energía y la plenitud.

Hasta hace no mucho, necesitaba dormir muchas horas todos los días. Y aún con todo ese tiempo que dormía, sentía que requería de más tiempo. Era como estar en un estado de internación total. Tenía muy pocas ganas de hacer cosas, pues mi energía era extremadamente baja, y esta va en relación a las cosas que queremos alcanzar.

Lo que descubrí es que eran principalmente tres factores los que me estaban afectando, el primero era la alimentación, pues estaba comiendo alimentos que me hacían sentir aletargado, en lugar de energético. Luego estaba yo un poco distante de mis verdaderos motivadores, y por último, y razón de este post, mi energía estaba siendo drenada por personas y circunstancias.

La vitalidad, o energía que tenemos para realizar nuestras actividades, es una cantidad determinada. La mejor comparación sería una pila recargable, la cual da energía pero cada cierto tiempo necesita ir al cargador, ya que si no lo hace termina inservible, totalmente desgastada.

Incluso todavía he notado que me pasa, dependiendo con las personas con las que interactuo, pueden ayudarme a renovar o a gastar mi energía. Lo que he notado, es que la mayoría de las personas son receptoras de energía, por lo que nos absorben lo que tenemos. Ojo, esto no lo hacen a propósito, en la mayoría de las personas esto es un asunto subconsciente.

Además de que la mayoría de mis actividades tienen que ver con gente, soy una persona social. Por lo que he tenido que ir aprendiendo, a cobrar conciencia de mis niveles de energía, así como de la interacción que tengo con las demás personas, para saber como estoy. Ya que si no lo hago, termino con una sensación de estar desubicado, estresado -por no decir desgastado- y bastante agotado energéticamente.

Ahora lo que hago, es irme tomando breves espacios para poder renovar mi energía. Ya que el estar de un lado al otro, haciendo y dando, hacen que nuestra energía se desgaste. Si no nos damos el tiempo de renovarnos, terminamos desgastados.

También he tenido que aprender a poner limites, ya que hay situaciones o personas, que están dispuestas a drenarte absolutamente si no les pones un alto. Aquí está quizás uno de los mayores retos que podemos enfrentar. Encontrar un equilibrio.

Yo he descubierto, que este equilibrio esta en dar mientras se tiene, en el momento que estamos dando de más o lo que no tenemos, empezamos a dañaros por dentro. De hecho es indispensable que haya algún tipo de reciprocidad energética. Ya que eso es lo que ayuda a que la energía se renueve.

Cuidar la energía es indispensable para que esta nos dure. La energía es muy importante, pues es la que necesitamos para hacer las actividades que nos gustan y nos hacen sentir realizados. Así que en la medida que aprendemos las lecciones que nos llevan a tener mayores dosis de energía, nuestra plenitud aumenta. Lo que nos hace sentir completos.

Namasté.

Afirmaciones

“Libero lo que no me llena”

“Soy una persona energética”

“Doy y recibo por igual”

“Estoy rodeado de personas positivas”

“El amor me guía y me protege”

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